miércoles, 29 de octubre de 2008

Música y acción


Menudo fin de semana más bizarro

Lo primero que se me ocurrió fue alquilar un coche así que fui a Budget a preguntar y al final me llevé el coche ese mismo día. A la noche tomé la 405 rumbo a Sta. Monica, al mítico Troubaudor en Sta. Monica Boulevard. Hacía bien poco que "Presidents of the United States of America" se habían vuelto a juntar y daban un concierto esa misma noche: no nos lo podíamos perder.



Al terminar fuimos a Redondo Beach a la fiesta de una amiga y como el horno no está para bollos con ella me fui a casa temprano.

El sábado recogí a Mich en Carson y al resto en Sur y Norte Redondo Beach. Tomamos la 101 y salimos a PCH al jodido norte de LA donde el sol ya no brilla y las montañas se elevan por encima de la estratosfera. Subimos la montaña hasta llegar a una especie de casa donde en la puerta se leía "Krishna's Church".
En un principio yo fui a tocar la guitarra pero al final tuve que actuar con una falda y un poncho que picaba y bailar alrededor de unos platos con hiervas al tiempo que parábamos para meditar. Comer burritos vegetarianos, té y la madre que los parió. El caso es que al parecer todo era para una prueba de Bollywood.

Ya el domingo no me podía contener. Me había resfriado debido a la mezcla de focos y frío del día anterior. Acababa de conducir hora y media hasta Pomona y me encontraba en la concentración de moteros. Intenté no preocuparme y la verdad es que me lo pasé en grande. Me quemé con el sol por lo que parecía un mapache -cosa que me recordó a Punta Cana-. Tuve la oportunidad de ver bellas Harleys, bellas mujeres, The Tubes, ZZ Top y...



Ayer martes estuve en Roommates, una serie que están grabando en ABC Family. Me encantó ver cómo graban en multicámara, los guionistas están en el set cambiando los chistes que creen que no funcionan o que se pueden mejorar. Además graban capítulo por día, de golpe, se nota que tienen montado una fábrica comercial de series de televisión. No es demasiado difícil hacerlo pero necesitas una buena audiencia.

Al llegar a casa encendí el ordenador y comprobé cómo me habían ofrecido participar en el montaje de un cortometraje. Me encanta la filosofía americana "sé amable con todo el mundo, haz todo lo que puedas, nunca sabes quién, cómo y cuándo te van a ofrecer un trabajo".

Ya os contaré cómo me ha ido, si me han aceptado o si tengo que seguir asistiendo a rodajes de hippies.

lunes, 20 de octubre de 2008

Otra noche más... Parte 2


Otra noche más, esta vez tocaba Venice Beach.
Antes de decir nada sobre el domingo noche, primero escuchar esta canción de South Park. Hacia el minuto 1:53 dicen "In the city, The City of Venice. Right by Matt's house you can chill if your homeless".



El caso es que fui a Venice Beach a comprarme unas gafas de sol modernas de colores futurísticos y ya de paso visitar el freakshow, comer Hot Dogs y mejorar mis relaciones sociales. Hacia las 18:00 vino nuestra furgoneta ya arreglada a llevarnos a casa y en el momento de arrancarla: cataplash! Nada, que no funcionaba así que pasamos una bonita velada durmiendo en una furgoneta, en la tierra de los vagabundos con gente asomándose a nuestras ventanas "¿tenéis cambio?" Joder, esta la última vez que confío en esa furgoneta. Última vez, lo prometo.


domingo, 19 de octubre de 2008

Otra noche más...

No me extraña que de aquí salgan las mejores historias del planeta, porque cada día es una puta nueva y jodida aventura.

Salgo hacia Amapola Ave, compro un ambientador de camino y cuando llego había una pelea tremenda en casa de mi amiga. ¡Joder! El "padre" había cogido sus nervios y los había tirado por la ventana. Balbuceaba, gritaba y como era de esperar... salí de ese sitio lo más rápido posible.

El caso es que de camino a Carson con la "Nueva" y Reluciente furgoneta a alguien se le ocurrió la brillante idea de que yo condujera hasta West Hollywood. Bueno, no me parecía tan mal. La verdad es que todavía no había conducido en América y aquélla parecía una bonita experiencia. Total, que me cambio de asiento y ahí me podíais ver, sin tener ni idea de cómo conducir un automático. Hicimos un par de pruebas por las calles, algún frenazo que otro, algún "¡Ey! ¿Para qué sirve este pedal?""Paul, ese pedal es el freno de mano" ¡Ups!.

Finalmente conseguimos llegar hasta la Freeway y por la 110 recorrimos todo Los Angeles, Downtown, Santa Monica y finalmente West Hollywood. Coches que se curzaban sin saber por qué, atascos en medio de la nada, accidentes, policía, helicópteros, el tren (aquí hay un tren que va entre ambos sentidos de la freeway). Ya en West Hollywood fuimos al Walk Of Fame, aparcamos en el Kodak Theatre y rumbo a la fiesta.

Una de las razones por las cuales no se puede ir con gente menor de 21 es que la mayor parte de los bares de Los Angeles son para mayores de 21 y que, si entras en los que sí está permitido, te vigilan constantemente para que no compres alcohol a menores. Imagínate que le quitan la licencia a una discoteca, pues menuda mierda de discoteca, ¿no?.
El caso es que no encontrábamos ni un jodido sitio donde aposentar el culo hasta que vimos la luz. ¡Una Limo Party! Acordamos un precio con el conductor y en menos que canta un gallo estábamos en una limusina y yo ya me había bebido 2 botellas de champagne y 5 cervezas. La noche se ponía interesante. Música a toda poya, buenas mozas meneando el trasero, alcohol indefinido...¡¡WOW!!

A eso de las 3 de la mañana la gente (éramos unos 12 en la furgoneta) decidió que era hora de volver. El plan consistía en ir a Sta. Mónica y dormir en la playa, pegarnos un baño a primera hora, desayunar y para casa. Pero siempre hay alguien que jode las cosas, o al menos no se pone de acuerdo con el resto del universo. Total, que una chica dice que no, que está muy cansada, que se quiere ir a casa. Pues nada, que se decide ir a casa. Cuando estamos en el parking me preguntan "Pablo, ¿has bebido?" y yo "pues claro". "¿Y quién va a conducir ahora?" "y a mí qué coño me cuentas, yo dije que conducía hasta Hollywood, no en el camino de vuelta". Así que ahí nos encontrábamos, borrachos, en un parking, y sin saber qué hacer. Al final mi amiga cedió y condujo hasta South Bay.

Todo iba sobre ruedas (aproximadamente), estábamos cerca de San Pedro, en Hawthrone Ave. y el coche dijo que no podía más. El coche nos había dejado tirados en un cruce, a las 4 de la mañana y en la ciudad de Los Angeles. Salimos del coche, pusimos la marcha en D y empujamos hasta salir del cruce. Yo me subí en el asiento del piloto porque mi amiga no podía con el volante, ya que estaba muy muy duro. No habíamos andando ni 5 metros cuando al mirar por el retrovisor me encuentro a lo que los latinos llaman "la Grifa". Dos lucecitas bien bonitas, roja y azul, qué preciosad, me indicaban que me hiciera a un lado de la carretera. El señor y señora agente me preguntaron, "¿qué pasa?"; "nada, el coche, nos ha dejado tirados". Antes de que siguiera hablando, el cop se metió en el coche y nos dijo: "no tiene gasolina, sube y te acerco a la estación más próxima". El caso es que me subí al coche de policía, yo creía que tenía espacio y tan confiado me pegué un ostiazo en la rodilla, me metí como pude y pude comprobar de primera mano que no me gustaba a mí eso de estar en un coche de policía. Los asientos eran de plástico y si a mí no me gustaban, deberíais preguntarle a mi culo.

Una vez en la Shell, los guardias despertaron al gerente, me abrieron la puerta del coche (¡al fin, qué agobio!) y me dieron una garrafa. Metí gasolina y me bajaron hasta el coche. Eché la gasolina en el tanque y al intentar arrancar... el coche decía que lo iba a arrancar su puta madre, mierda. Por unanimidad, la mayor parte de la gente se puso a dormir dentro de la furgoneta y el resto, 5 ó 6, empujamos el coche hasta la estación. Allí, abrimos el capó y preguntamos a doce mil millones de personas si nos podían ayudar. Es gracioso ver la cara de un latino cuando le preguntas si te puede ayudar y te dice "I'm sorry, don't speak english" "bueno, qué tal si me lo dices en español" :S. Desesperado decidí que era hora de desayunar así que fui a Jon's Donuts, me tomé un café y un donut por $1'45 y en ese momento un tipo me preguntó "What's goin' on?" "Uh, our car broken down dude" "Duh, let me help ya". Así que se acercó al coche, intentó a arrancarlo y vio cómo la conexión estaba rota. No podía quedarse porque debía de trabajar. Llamó a una grúa y cuando se fue la grúa cada uno se fue a sus respectivas.

Yo no sé qué pasa en esta ciudad, pero siempre me pasa algo extravagante. Ayer, cuando le contaba la historia a la familia no daban crédito. Tras la Jam Session (Beatles, CCR, Magra con Tomate) me invitaron a un restaurante. Al salir, estaban un tanto jodidos por lo que pregunté: "What's up?" "A flat tired"; Antes de que lo busquéis en el diccinario os lo traduzco yo: Habíamos pinchado.

Próxima actualización: fotos para este artículo.

sábado, 11 de octubre de 2008

La noche de los Angeles

Camino calle abajo por la 232 rumbo a Moneta Ave. Mi última noche en esta apestosa ciudad llamada Carson. Parece que aquí regalan las casas a putas y maleantes.
Nunca me había parado a mirar al cielo. Son las 5 de la mañana y puede que la ausencia de sol me esté llamando. ¡Es increíble! ¡Qué cantidad de estrellas se ven y estamos en Los Angeles! Pero, un momento, ese ruido... Al final puedo distinguir dos estrellas reales de las cientos que veía pues confundido, creía que los dos cientos helicópteros que vigilan la ciudad de noche eran soles de lejanas galaxias.

Más triste todavía es ver cómo el amanecer que creía percibir no era sino las luces del Downtown que, a más de 100 millas, se levanta con la última esperanza del nuevo siglo en la ciudad de Los Angeles.

miércoles, 1 de octubre de 2008

California

Oh my god!!

Bueno, América. ¿Cómo es? Es enorme. xD
Lo primero es que eso de decir Hi! My name is Paul, I'm from Spain, Europe; aquí no funciona. Quiero decir, que sí saben donde está España y que saben diferenciarlo perfectamente de México y de toda esa mierda.

Las playas son geniales, estupendas. Y las tías que hay por aquí te dejan con la boca abierta.
Todo está muy bien y no hay tiempo para aburrirse porque puedes encontrar cualquier cosa que te guste para hacer. También es verdad que no es como lo vemos en las películas. El otro día estuve en Hollywood y la verdad no está tan bien. El paseo de la fama no es gran cosa y lo de las firmas...Steven Spielberg tiene manos de nena xD

Otra cosa curiosa es lo de la edad legal para consumir alcohol en Estados Unidos. Aquí son 21 años pero a casi nadie le importa. El otro día entré a un pub que hay junto a la escuela con pasaporte en mano para decir que tenía 21 y se meaban de la risa porque les importaba un cojonzaco.

Bueno, este domingo voy a ver a los Dodgers así que ya os contaré. Besos !!!