lunes, 28 de enero de 2008

¿Qué desea? Un sueño con Kate Von D

Ocurrió esta madrugada.


Veía a Íker hablar sobre las sectas satánicas de Seth y no aguanté más: me dormí. Y fue uno de los mejores sueños que he tenido en mi vida, soñé y disfruté soñando con Kate Von D.

No sé muy bien qué hacía ella por la costa-este pero según me comentó deseaba apartarse de los estados durante un tiempo para tomar nuevas ideas. Era de noche, sin tráfico en Juan de Borbón y desde Thader fuimos ella y yo tras una apetecible velada en Foster Hollywood rumbo a mi casa. Llegamos a la Avda. Europa, la rampa estaba cambiada, me confundí de edifico y entré donde no debía, un perro me perseguía pero logré escapar. Me dijo "qué pasa" a lo que respondí "nada, es que no me acuerdo donde vivo". Al poco rato giré la cabeza y encontré mi portal, entramos y ya no era un edifico sino una casa con terraza con vistas al mar. Ella me preguntó "¿lo hacemos?" y yo le dije: "eres demasiada mujer para mí"; y en ese mismo instante me estrechó entre sus senos e hicimos el amor toda la noche, noche tras noche durante varios meses. Mi habitación estaba cambiada, no la reconocía y en mi casa no había más que silencio. Mis padres y hermano habían desaparecido, dato que no me importaba pues estaba acostándome con Kate Von D.

Pasaron los meses y empeazaban las discusiones, yo le decía que siguiese con los tatuajes, ella me decía que estaba cansada, yo le decía que dejase a su novio skater de Miami, ella me decía que sólo me deseaba a mí, hasta que un día ocurrió. Estábamos acostados uno junto al otro en la cama fumando cigarros de la felicidad y le dije: "¿por qué no te lo montas por tu cuenta, aquí en Carma o en otra ciudad?" . Se acercó a mí, me besó, sacó un maletín donde tenía su equipo y me tatuó un dibujo en blanco y negro en la espalda. Al acabar la besé e hicimos el amor toda la noche. Esa mañana (en el sueño todavía), al despertar, la busqué por todos lados y no estaba en mi casa. Bajé a la calle, ya no era una casa con vistas al mar, era la misma calle de siempre. No sabía qué pasaba. Subí al piso, y econtré una nota en la cocina que rezaba "Los Angeles Ink". Fui al espejo, me di la vuelta y miré qué me había tautado ella la noche anterior, un ala caída, medio rota pero aun fuerte para alzar el vuelo. En ese momento sonó el despertador del ordenador, y casualidad que la música que estaba puesta era "los angeles is burning".

Kate, algún día iré a LA. y me tatuaré ese dibujo: un ala medio derruída pero aun fuerte para volar. Gracias por existir y permitirme este sueño.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Dios, es una de mis mujeres "DIEZ"

Anónimo dijo...

A es l'iba yo a tatuar 1 buena p*#@

Tá wapo el txto

Pablo Serrano dijo...

Ordinario. Kat es una diosa, trátala con respeto.